
Segundo paso, escuchar lo que nos comunican. Si no se escucha difícilmente lo vamos a entender. Obvio, pero no por ello conviene olvidarlo. Toca pasar al tercer punto: entender lo que nos están intentando comunicar… no nos olvidemos que el lenguaje parte de un conjunto de símbolos, significantes que se asocian a un significado (y que luego, combinados, con unas normas, etc. conforman un todo conjunto e inseparable) … si un mismo significante tiene diferentes significados tenemos que ser conscientes de que emisor/a y receptor/a están utilizando la misma asociación significante-significado. Ejemplo: si te vas de voluntariado a Sudamérica no cojas el autobús.
Bien, es posible que en este punto te preguntes ¿Y todo esto que tiene que ver con el SVE? ¿Acaso voy a utilizar mi lengua materna en otro país? Pues es posible que sí, y en caso del castellano también existe la posibilidad de que te encuentres con personas de habla hispana –dependiendo de donde vivas en España eso no es tan común- o te encuentres en situaciones en las que tengas que adaptar tu registro habitual a otro nivel … un ejemplo de eso la tenemos en el papeleo que hay que cumplimentar, donde hay que redactar textos para presentar ante la administración, o adoptar un lenguaje más formal … a lo tonto vamos aprendiendo cosillas que nos pueden ser útiles.
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